No había escrito un final, porque como recuerdas, soy pésima en ello, olvidaste cuando se iba a terminar algo y... ¿me quedaba dormida? o las mil y un cosas que empecé, que no he podido terminar, no por flojera, es una relación que establecí con lo que ame, y que perduraba a través del tiempo, cómo tú, estás en puntos suspensivos, no entiendo la relación de tu -cita- o del parafraseo de lo nuestro, olvide cómo dar una pausa cuando llega la coma, y que digas, las anheladas exclamaciones, entiendo que nos cansamos de los verbos sin acciones, usamos mucho punto y coma para no terminar con nuestra historia, y heme aquí, en los espacios infinitos entre las letras, viendo cómo se desdibujan, rogando no saber como escribir-te, cómo no extrañar-te, cómo no pensar-te. A la anhelada calma que deseas, gracias. Y como las historias de terror, vuelve pronto, por favor
Danny Aponte
lunes, 23 de agosto de 2021
martes, 21 de noviembre de 2017
Pasos para un mal de errores.
Hay
una teoría psicología que te plantea la construcción de los sujetos a través de
“tres personas” acorde a los estímulos que generaste a través de tu
crecimiento: Yo, supero yo y el ello; el yo es la construcción de las normas,
la relación que establece la sociedad
para fijar límites entre unos y otros, que normalmente es dada por el
padre; el ello, es el estímulo de placer
forjado desde el momento en que el niño tiene el pezón de su madre en la boca y
siente agrado, y el súper yo es la asociación de estos y cómo el sujeto se
construye en torno a este aprendizaje, -límites y libertad- pero todo esto es
con base al entorno del sujeto, quien replica o mimetiza lo que ocurre a su
alrededor y lo toma como propio. ¿Puedes imaginar que los patrones violentos de
un hombre, vuelven a una mujer esclava del engaño?
Todo
empezó como una forma de matar el tiempo, entre charlas, mis amigos y los
periódicos hablan de redes para conocer personas, quise probar, -Vaya proeza- porque no sabes que encontrarías allí, siempre
piensas “Qué loco habrá tras la pantalla, terminare en un hospital sin órganos,
me llevaran en una trata de blancas” y todas las frases de cajón de las madres
para no entablar relaciones sociales con desconocidos y menos si es por la
virtualidad, “No ve todos los casos que pasan en la televisión mamita, tenga
cuidado” Sonrío para mí, hasta siento que yo misma las uso algunas veces y más
en mi monologo personal.
Creé
mi perfil y entablaba conversaciones superfluas, “¿Cómo estás?, ¿Qué te gusta?
¿Qué haces acá? ¿Qué te apasiona?” parecen entrevistas de trabajo para escoger
el “Galán de ensueño” y todo esto parece un camino al infierno, o bueno, para
mí.
El sujeto en cuestión era dulce, agradable, extrañamente
me volví pretenciosa y pensaba que sólo yo evocaba eso, nos empezamos a llamar
por voz y vídeo, como cualquier otra chica, y gracias a la facilidad de las
comunicaciones de hoy, nos hicimos más cercanos y sólo esperamos un mes para
vernos.
En
el primer encuentro, curiosamente teníamos prendas parecidas, una camisa de
jean y un pantalón negro, y cómo el amor nos vuelve futuristas y además
astrólogos, creemos que todo esto, son conexiones del universo, que tanta
coincidencia, no puede ser cierta. Y así, de a poco, te vas adentrando en la
vida de esa persona y ella cada vez más en la tuya.
Nuestras
salidas se hacían cada vez más frecuentes, él iba desde su casa en Zipaquirá
hasta la mía en Funza o a mi trabajo en Bogotá, me trataba con dulzura y no
paso mucho tiempo para que formalizáramos la relación.
Si
pudieses describirte, nombrarías tus virtudes, pero en este caso, sé que no es
propicio, dado que soy una persona de temperamento fuerte, por temor, le decía
que mejor termináramos, no sentía que fuera una persona para las relaciones o
el amor, pero el solo me abrazaba y decía que no sería de esa manera, que
continuáramos. Las peleas, empezaron a ser frecuentes, yo le terminaba y él
decía, “no es nada” podemos superarlo, cada vez que veía cosas insignificantes,
prefería decirle “No encajamos, es mejor dejar las cosas así” a medida que las
discusiones se aumentaban. los abrazos, empezaron a convertirse en desespero,
cerraba sus puños, apretaba tanto sus dientes que las venas en su rostro
resaltaban, esto no basto después de un tiempo…
En
una de nuestras discusiones, cerro sus puños y golpeó su cara, estaba
impresionada, lo único que pude hacer, era abrazarlo y pedirle que se calmara
que no era para tanto. Al salir de allí, él halo mi brazo bruscamente, lo
suficiente, para que un conductor me preguntará si llamaba a la policía, no le
di importancia y le pedí que se midiera y continuamos como si nada hubiese
ocurrido. Ahora pienso que la compasión por él eran mi regalo imaginario, no
había compasión, era falta de amor propio y para todos, me volvía la tirana, el
morado en su cara, que justifico estúpidamente, “Me golpee cuando el bus
frenó”, eran el señalamiento de que yo era una mala mujer y que lo golpee a tal
punto.
Las
cosas se formalizaban, hacíamos planes a futuro, era mi cuento de hadas,
podíamos hablar de cualquier cosa, el tiempo juntos era tan gratificante, que
empezamos a vernos más seguido, nuestras amistades pasaron a segundo plano, los
celos excesivos empezaron a desplazar todo a nuestro alrededor.
¿Por
qué usas vestidos tan cortos? ¿De quién quieres llamar la atención? ¿Por qué él
te habla tan cariñoso? Por nombrar algunas de las frases que empezaban a
torturar mi cotidianidad, ya ni tocaba mi teléfono, no quería una pelea
innecesaria, sólo lo besaba y abrazaba, pero el tiempo con él se volvió una
tortura.
Me
presentó a su familia y como es costumbre, buscamos encajar así que sostuve de
esas. ¡Maravillosas charlas con su abuela! Qué ironía… en las que descubrí un
patrón familiar y aunque me torturaba hacerlo, (ya que odio los monólogos en
los que se sumergen las mujeres que tienen hijos y cómo estas buscan justificar
lo malos que son) termine haciendo y ¡Oh, sorpresa! Este no era un caso
diferente,” el papá de mi novio, era un hombre bastante atractivo en su
juventud, tenía el cabello largo y rubio, ojos azules, alto y, además, recién
salido del ejército, ¡el galán de la época!, tenía varias novias, y entre
risas, su abuela cuenta, cómo él saco corriendo a un amigo de una de las novias
que ella conoció, apenas los vio conversar, empezó a echar tiros al aire -era
hermosa- dice, me toco abrir la puerta y resguardarlos, dejarlo por fuera,
hasta que se cansó y se fue, pero ella era una perra, como le hacía eso a mi
muchacho, pero tampoco iba a dejar que el otro terminará en la cárcel”
Entre
las conversaciones con él, me contó que su papá, mientras su madre estaba
embarazada le echó agua hirviendo en la espalda, y se fue riendo, ella dejo la
ropa que estaba lavando a un lado y metió su cuerpo en una ducha de agua fría,
al salir le recrimino: ¿Por qué hiciste eso? a lo que él respondió: Me diste un
tinto frio. Trague saliva, tantas imágenes de nosotros pasaron por mi cabeza,
no quería ser esa mujer, qué detestable se había vuelto su padre para mí.
La
pelea que dinamitó todo (quizá por mi culpa) era debido a mi insatisfacción
sexual, me sentía usada, él llegaba al clímax y yo aún quería poder llegar al
mío, se enojó, tiro todas las cobijas, golpeaba la pared, me arrinconó, me
sacudía, sus dientes hacían una línea con cada palabra, tenía su dedo índice
señalándome y los demás en forma de puño, sentía que en cualquier momento iba a
terminar en mi cara. Su tía entro en un gesto salvador, se tranquilizó, se
sentó en la cama y lloraba, me pedía disculpas, y de una extraña manera me
sentí culpable, lo abracé, la noche terminó.
Nuestra
relación continuaba con esa forma asfixiante, pero algo en mí no quería
abandonar lo que habíamos construido. Las sacudidas en la calle, el forcejeo y
los celos, se volvían algo cotidiano, cada discusión traía consigo rosas y
comida, la forma de comprar lágrimas.
Bienvenido
al Infierno.
El
día en que su hermana cumplió años reconocí algo que tantas veces me negué; estábamos
en una conversación con su padre, salió el tema sobre un fotógrafo con el que
trabajaron, y él, con ánimo de mostrar las fotos de Andrés, lo buscó en su
Instagram, sin querer, se mostró una larga lista de búsqueda, en la que su
gusto impecable por mujeres semidesnudas, entre rubias, pelirrojas y castañas,
no podían faltar, rapé el teléfono y entré en una, ¡Qué bien! El show de ella
bailando en ropa interior y, así con cada una. Un nudo se hizo en mi garganta,
le entregué el teléfono, me quedé callada, su padre nos miró y dijo: ¿Van a
pelear? Sonreí y dije: No ¿Por qué? La conversación entre ellos continuo, pero
yo, estaba frente a alguien que me mostraba que ya no le era suficiente, y no
se trata de que él miraba a alguna mujer, ¡Es normal! Todos lo hacemos…
observamos mujeres y hombres que nos parecen atractivos, esto, era una
declaración hipócrita al llamar perra a tú novia por ser halagada al subir
fotos con ropa en sus redes sociales, ¡Con tanto criterio!
Al
salir, le dije, “Ya no tengo nada que hacer aquí, terminamos” Me miro como si
fuera un juego, no te voy a dejar, lo sabes; paré un bus, y él me siguió. Al
bajar me zarandeó, sonreí, repetí, ¡terminó! Y si no me sueltas, voy a llamar a
la policía, le di la espalda, corrió, sentí como sus brazos bordearon mi
cuerpo, me apretó tan fuerte que mis costillas se hundieron y el aire faltaba,
las lágrimas corrían por mi rostro, yo ya no quería saber de él, continúe, pero
el camino a casa parecía eterno, al llegar, la discusión se hizo más fuerte,
“Ya no te soporto “, “Eres mía”, “Todo es tú imaginación” Se abalanzó, me
empujo sobre la cama, puso las manos en mi cuello, ya no pasaba saliva en mi
garganta, la imagen de él se hacía borrosa y vi en ese instante como sus manos
me soltaban y sus pies retrocedían, fueron los minutos más largos, empecé a
sollozar, ¡Vete y no vuelvas!
Dos
semanas después, paso frente a la oficina donde trabajaba tomando la mano de la
pareja que tuvo antes de mí, sonreía y de la forma más infantil y patética, vi
al hombre que amaba, mostrando lo que era, alguien miserable.
domingo, 24 de febrero de 2013
Un Final, a lo que todos ponemos puntos suspensivos la vida le quita dos a nuestra historia.
Jamas creí que ese viaje iba a ser un paseo sin retorno, en la caminata Frank y yo nos perdimos. Teníamos sed, el calor daba más cansancio a nuestros cuerpos, asustados porque la noche llegaba, buscamos refugio, pero mientras caminábamos, el tropezó y una piedra enorme atravesó su pecho, mis pupilas se dilataron, quede estupefacto, asustado y conmocionado me encontraba, él de repente tomó mi mano eran las 6: 01,01 empezó a decir -desde ahí estos han sido mis mejores recuerdos; el nacimiento de Emily, ver a su madre, y a ella en sus brazos..¿acaso existe algo mejor, que ver el amor de tú vida sosteniendo al ser que se convirtió en tu adoración? No, ¡No lo creo!-, su tez se iba poniendo pálida, sus manos temblaban, el crujir de los árboles me llenaba de ira, estábamos perdidos y no sabia que hacer...Mi amigo moría a mi lado y yo como inepto no hallaba que hacer, 6:01,05 aclaro su garganta -¿sabes cual fue su primera palabra? Omma ( denominación que mi esposa enseño, ya que tiene una preferencia por todo lo Coreano) que significa Mamá, después de dos semanas de insistir, dijo Oppa, que significa Papá, y no paraba de pronunciarle, ¡que orgullo mi bebé!-; la sangre no paraba, quería darle todo me apoyo, pero esto es demasiado! ver que no puedes hacer nada....¿acaso es posible, tanto dolor? ; suspiro, son las 6:01,15 - su primer paso, fue fenomenal , tambaleaba, pero era mi chiquita... la fuerte y valiente que emprendió camino con solo 7 meses de nacida, su madre derramó una lagrima, yo la abrace, esa imagen está tan dentro de mi, ¡jamás la olvidaré!-, la luna esta en la cúspide de la montaña, su mirada se enternece, su mano de repente es más fría,6:01,30 -su primer día en el jardín, ¡lloró tanto!, no quería dejarla ir, mi pequeña crece de forma exuberante-; su voz se entre corto, se hizo mas aguda, el tiempo se volvía en mi enemigo, quería ir y buscar ayuda pero dejarlo solo..a la deriva ...¿acaso yo podría hacer eso? , una bocanada de sangre salio, me miro con lagrimas en sus ojos, apretó fuerte mi mano siendo las 6:01,50, dijo- mañana se gradúa, y yo no estaré con ella. " mi pequeña"- ....una tenue luz se apagó de sus ojos, mi amigo...¡si!..él murió ...
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